Mientras el invierno brutal cruza por toda Europa, miles de refugiados en Serbia y en las islas griegas viven en lugares informales e inadecuados o en tiendas y dormitorios sin calefacción.
Trabajadores voluntarios y las ONGs independientes han reportado terribles condiciones de vida para los refugiados.
Eso es mientras que el espacio marítimo entre Libia y el sur de Italia sigue siendo una trampa mortal para aquellos que buscan seguridad y protección en Europa.